Resumen: La Sala desestima el recurso y declara que el fallecimiento litigioso tiene origen en enfermedad común y no en accidente de trabajo derivado de contagio del Sars-Cov-2, porque no se puede establecer nexo causal del diagnostico de COVID con la actividad laboral, dado que no se cumplen los períodos medios de incubación, duración de la enfermedad y periodo infectivo, y por otro lado, durante su ejercicio como profesional sanitario el actor no estuvo expuesto a riesgo de contagios por el referido patógeno vírico pues el Servicio de Prevención concluyó que el demandante no pudo haber contraído el virus SARS-CoV-2 en el ámbito profesional.